Crónica de una ruta escarchada. Con sus migas correspondientes y un huevo en to lo alto.Eso es lo que nos encontramos por los caminos que nos llevan a La Corchuela. Escarcha, barro congelado, charcos a cientos; helados y rotos, algunos por los moteros de club cigüeñal que nos adelantan en el Guadyervas. Y frio, mucho frio.( -3 grados ), vaya tela, vaya frio y vaya paisaje; merece la pena madrugar un poco, ver el campo helado, el pantano lleno de aves y sonidos y Gredos nevado y compartir la mañana con Santos, Javi, Jesus, Alberto, Rivera, Millan, Chemari, Fernando y Nacho. ¿Nacho?, ¿donde esta Nacho? Con su niña pequeña, pero tranquilos que la mákina nos dara alcance. Nos alcanza a 1 km de la Corchuela entre fotos y risas en un arroyo, de repente aparece a "toaostia". Nos ha recortado media hora en 23 km, la makina.Entramos en la Corchuela y vemos el chiringuito de Antonio, y a Antonio, preparando fuego con una toconera para que nos calentemos los visitantes de tan entrañable sitio y mejor dueño. Ya nos estaba esperando, se habian "chivao" los de los "amotos". Pon unos botellines y algo de picar, toma castaña¡¡¡, que nos pone unas migas con un huevo frito y para el que quiera cafe, pues lo hay de puchero. No vale pedir Nestea ni montaditos. Por si a alguno se le ocurre otro dia. Un poquito de charla con Antonio y para Navalcan por el Dehesón del Encinar, que hay menos charcos. Un placer chicos. Repetiremos.... lo de las migas digo.
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