lunes, 16 de mayo de 2011

15 de mayo, LOS MÁQUINAS NO PERDONAN



A las 8:00 en punto fui a la Plaza y me encontré con Antonio y con Juanito, ambos más o menos de mi quinta, pero verdaderas máquinas.
Estuvimos esperando hasta las 8:25 y allí no se acercó nadie, ni el Presi. Para que ellos no me machacaran y yo no les entretuviese mucho, decidimos irnos a la Corchuela, donde llegamos a las 9:30 en punto.
El bar cerrado, por tanto, ni migas ni nada. Diez minutos o quince para reponer fuerzas y de vuelta a Navalcán por el Dehesón del Encinar y por Parrillas. A las 11:08 en NAVALCÁN. Como Vds compenderán para mis colegas de grupo y de generación fue un paseo, para mí, como no podría ser menos un suplicio. Me llevaron con la lengua fuera y tuve que tirar casi todo el rato de plato grande para poder seguirlos, de alguna manera, pues aún así me tenían que esperar de vez en cuando.
Contento porque aguanté el tirón y me sirvió para coger un poco la forma, ya que no había montado en toda la semana.
Nos vemos,
Chema

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